Claudia Castillo: Madre, emprendedora y dirigente social
Es madre de tres hijos, tiene un coffee y ofrece servicios de banquetería, lo que le brinda solvencia económica.
“Porque creo que, en los cielos, arriba, los ángeles que uno a otro se susurran, no hallan entre sus palabras de amor ninguna tan devota como Madre”, compuso el escritor Edgar Allan Poe sobre las abnegadas mujeres que lo dan todo por sus hijos. Y en Andacollo hay cientos de esforzadas mujeres que día a día entregan cariño y llevan siempre por el camino correcto a sus hijos e hijas. Una de ellas es Claudia Castillo Pizarro.
Estudiaba Ingeniería en Alimentos, pero el amor fue más fuerte, puesto que “quedé embarazada muy joven y no seguí estudiando”, cuenta la madre de un ingeniero civil y 2 jóvenes escolares de 16 y 12 años. “Todos buenos alumnos y mejores personas, porque eso les inculcamos en la casa con mi esposo David Martínez. Es cierto, los profesores les enseñan las materias, pero somos los padres quienes debemos educar y llevar a los hijos por el camino correcto”.
BANQUETERÍA
Si bien Claudia no continuó con su carrera universitaria, tiene un título de técnico en educación parvularia, pero no ha dejado de realizar cursos para capacitarse en alimentación. “No he ejercido mi profesión, porque en el camino me di cuenta de que lo mío siempre ha sido la alimentación”.
En su casa de la Población Juan Pablo II, no sólo se dedica a la crianza de sus hijos, sino también a su emprendimiento, que es un servicio de coffee y banquetería que tiene alta demanda desde octubre a febrero. “Ayuda bastante, da solvencia económica y puedo valerme por mí misma económicamente”, afirma.

Esta madre andacollina no tiene un local para sus productos, puesto que lo hace todo a pedido y “sólo presto un servicio; llevo todas las cosas preparadas por mi equipo y lo sirvo a domicilio”.
Cuando pequeña quería ser matrona o estudiar algo relacionado con la ciencia, pero la alimentación fue el camino que descubrió con el pasar de los años.
“Este es el rubro que me gusta, trabajar con las manos es lo mío, especialmente todo lo relacionado a la repostería. Y eso partió con mi abuela materna, quien hacía cosas ricas y yo, desde pequeña, estaba a su lado aprendiendo sus secretos”.
SECRETARIA
Pero no solo sus hijos y los dulces son su vida, pues Claudia es la secretaria de la Unión Comunal de Centros de Madres y ya suma seis años en el cargo. Además, es la tesorera del curso de su hijo que está en tercero medio en el Colegio Parroquial, y “ahí estoy desde que entró al kínder. Ahora estamos organizando una gira de estudios de siete días, tres en Bariloche y cuatro en el sur de Chile. Ah, y luego todo lo relacionado con la licenciatura. Sí, es harta la responsabilidad, pero ahí estamos dándole por ayudar a nuestros niños”.
Claudia sonríe al contar que, con ser madre, esposa, secretaria de la Unión Comunal de Centros de Madres, mantener al tope su emprendimiento y ser tesorera del curso de su hijo, “no me alcanzan las horas ni los días para hacer otra actividad. Sólo acompañar a mi hijo a andar en bicicleta cuando podemos. Además, es desafiante ser dirigente social y eso es lo más difícil. Hay que ser comprometida, recibir críticas y no siempre es una labor reconocida”.



