Los sueños de Isabel León en la feria artesanal
Vende suculentas y trabaja para tener un gran vivero en el futuro.
El esfuerzo y el ingenio están muy arraigados en los andacollinos, que nunca están de brazos cruzados esperando que la comida le llegue a su mesa. Por el contrario, salen en busca del sustento diario y así lo demuestra la nueva agrupación de artesanos que encontraron un espacio en Luis Miranda Ansieta N°13 para lucir sus trabajos, y la comuna cuenta ahora con otro lugar de turismo, que es la Feria Artesanal de Andacollo.
Este nuevo espacio se inauguró a fines de agosto en la sede de Artesanos La Veta, sector Copec, pero con el correr de los días encontraron su actual lugar, a un paso de la Plaza Videla, pleno centro. Una de las artesanas solicitó a su familia que les prestara el lugar y ahí están ofreciendo sus productos, donde encontrará cerámicas, tejidos, orfebrería, grabado, reciclaje textil, carpintería, papelería decorativa, además de pinturas y trabajos en cobre y vidrios. También churrascas, trabajos en resina, velas decorativas, bisuterías, jardinería y paisajismo.
Suculentas
“Mi emprendimiento nació por necesidad en tiempos de la pandemia. Quedé sin trabajo y comencé, junto a mi madre, a comprar plantas y a llenar el jardín de la casa”.
Esta madre de dos hijos, nacida y criada en Andacollo creó un jardín en Las Rosas N°59 y le creció tanto que vieron la oportunidad de comercializar. Y ahora están en la Feria Artesanal, “algo nos ayuda para el sustento del hogar”, cuenta Isabel, quien tiene un año de estudios en psicología y ahora está estudiando administración de empresa “para hacer bien las cosas, ya que muchos emprendimientos fracasan por la mala administración de las finanzas”.
Gracias a la adjudicación de un proyecto que postuló a Capital Abeja, esta madre emprendedora compró los insumos, además de estar perfeccionando sus conocimientos para crecer y trabajar con empresas, “porque solo le vendíamos a los vecinos, pero queremos ir más allá y ofrecer los productos a las empresas, crearles jardines o arreglárselos”.
Mientras sus suculentas lucen hermosas y las ofrece a los turistas los fines de semana y feriados, Isabel León estudia por internet cómo hacer bien las cosas para vender hermosas flores, porque “ese es un mercado grande. A las personas les gustan las flores, si hasta los jóvenes regalan flores a sus pololas. Además, aquí no hay jardines botánicos o viveros, ya que todo lo que se vende viene de otros lugares. Por tanto, ahí están centrados mis objetivos, un gran vivero o un jardín botánico; sería hermoso”.
La artesana cuenta que las plantas son baratas y ella las compra en cantidad para poder dar un buen precio en la venta final, ya que las suculentas más chiquitas valen $1.500 y dos mil las más grandes. Los terrarios, que son en maceteros de loza, valen 5 mil pesos.

Estar en la Feria Artesanal y a pasos de la Feria Videla es una gran vitrina para los artesanos, porque “esto nos ayuda al sustento del hogar y no es malo, aunque son sólo dos días a la semana. El ideal es traer más productos, como flores, maceteros, tierra de hoja, abonos, todos tipos de cosas que tengan que ver con la jardinería”.
Como sus sueños son ir creciendo día a día, los futuros proyectos son solicitar recursos para un levantamiento de capital y así poder comprar más insumos, materia prima, herramientas y un generador, porque “cuando se hacen los boulevard o vamos a otras partes, debo tener un generador para iluminar los productos. Además, postular a un capital en INDAP para ampliar el vivero y producir condimentos, como el cilantro, orégano y yerbas, que son muy utilizados. Plantar el cherry, ciboulette, además de las flores, y así vender en el cementerio. Son sueños, pero trabajo para concretarlos”.



