Marcos Arias y el sueño de producir lechuga para toda la región
Espera postular a proyectos para seguir creciendo y abastecer a más hogares con verdura fresca y recién cultivada.
“Ecológica, sana y con mimo desde la hoja al cogollo, hundida fresca en su hoyo será fruto de ensalada…” Por ahí un poeta escribió una oda sobre la lactuca sativa, nombre en latín de este delicioso vegetal de pocas calorías que es cultivada en todo el mundo al aire libre, también en invernadero, y la hidropónica, la especialidad de la casa de Marco Arias, un andacollino que sueña con producir lechugas para toda la región.

El producto de Marcos Arias no es cualquier vegetal que se vende con tierra y uno que otro bicho. “No, la lechuga es limpia y sana, porque es un cultivo hidropónico. Es una forma eficiente de producir esta verdura en espacios pequeños o sin acceso a tierra fértil”, cuenta este andacollino que el año 2020 regresó desde Alto Hospicio, Iquique, a su ciudad natal. Y llegó con una idea, el cultivo hidropónico.
“Hay que ganarse la vida, especialmente si tienes una familia que proteger. Así que me preparé y comencé a buscar documentación y aprender todo lo relacionado con el proceso de este cultivo, que, por el momento, no es tan masivo”, dice Marcos Arias, padre de tres hijos y un nieto.
Los secretos
Lleva un poco más de un año en el cultivo hidropónico, pues comenzó en octubre del 2023 y “si bien no soy una biblia al respecto, sé que hay que mantener un pH entre 5.5 y 6 en el agua, garantizar una conductividad eléctrica nutritiva, proporcionar entre 12 y 16 horas de luz diaria, utilizar sistemas hidropónicos con gravilla como soporte y asegurar que el sistema tenga suficiente abono”, enseña el emprendedor andacollino, quien agrega que algunas variedades de lechuga son buenas para el cultivo hidropónico, como la lechuga mantecosa y la lechuga romana, ya que sus hojas son fáciles de cosechar.
La idea de todo este invernadero de cultivo hidropónico viene desde Alto Hospicio. Allá en Iquique comenzó a observarlo y le gustó. “Reitero, no sabía nada. Pero ahora, luego de intenso aprendizaje, me siento capacitado y cada día más entusiasmado. Sí, es cierto, hay una gran inversión, pues para hacer el invernadero se requieren recursos económicos, dedicación y aprendizaje, además hay que saber lo relacionado a las semillas, los equipos para el pH del agua, los nutrientes…”.
En el sector de Las Catanas, en la calle Luis Cruz Martínez, está el invernadero del cultivo hidropónico y las vecinas ya conocen el trabajo de Marcos Arias, quien afirma que sus lechugas son “más sanas, limpias y, por cierto, totalmente naturales, pues no tiene elementos químicos en su cultivo”.

Su invernadero de 6×6 le está quedando chico, por lo que está pensando en el mañana y eso pasa por postular a proyectos y así crecer porque “no sólo quiero quedarme con vender a los vecinos. La idea va más allá y pasar de vender 100 o 200 lechugas a entregar el producto a comerciantes de las ferias y no sólo de la comuna, quiero entregar mi producto en toda la región”.
Luego de un respiro, de admirar las lindas y sanas lechugas de cultivo hidropónico, Marcos Arias afirma que quiere convertir un gran productor. “Ya tengo los conocimientos, la ayuda de mi familia, que también han aprendido este cultivo, y espero generar los recursos para que el invernadero vaya creciendo. Ojalá La Chinita y Dios así lo quieran”.



